"Si quieres hacer reír a Dios.... cuéntale tus planes"

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cuando pensamos en la horca, y terminamos en la Esperanza.

En estos días estuve analizando algunas situaciones dificiles de mi vida, en diferentes aspectos, donde en el momento de las mismas, saqué conclusiones erradas, conjeturas torcidas, prejuzgando en todo momento, perdiendo la Esperanza, y en consecuencia, actuando mal.

Entonces, el Señor me sorprende y me sacude creativamente como siempre lo hace, dando giros estrepitosos a esas situaciones, totalmente en contraposición a lo que yo juzgaba y actuaba (escucho sus risas) mostrándome que Él tiene el poder de solucionar todo y que debemos caminar con Paciencia hacia esa Esperanza; y que por supuesto, yo me tensionaba absurdamente.  

Aprendí en estas pruebas que la paciencia cimentada en la fe y confianza en Dios, lleva a la Esperanza de que todo lo malo, con certeza termine bien, según la voluntad y el plan de Dios.

Ahora, cada vez que pienso en estas enseñanzas del Padre, me suena en la cabeza el refrán que dice "Dios aprieta, pero no ahorca", y es así que pensando que me iba a la horca, terminé aprendiendo que el ser Paciente es llegar a la  Esperanza ante las dificultades de la vida.  Espero poder ejercitarme mejor en esto.  

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"Al mismo tiempo nos sentimos seguros incluso en los sufrimientos, 
sabiendo que la prueba ejercita la paciencia,
 que la paciencia nos hace madurar 
y que la madurez aviva la esperanza,
la cual no quedará frustrada"
Romanos 5, 3-5

lunes, 27 de septiembre de 2010

Migajas de pan en el Camino.

Yo antes esperaba y pensaba que Dios debía darme una señal fuerte, algo como místico o prodigioso para poder saber que quería de mí, hacia donde quería que vaya; (ya se reía otra vez de mí) y si, puede ocurrir eso y de hecho ocurre, pero la vida me enseñó que no siempre es así, me enseño que Dios es tan sutil que te va guiando de un modo casi imperceptible hacia donde quiere que uno vaya.

Ahora ¿como darnos cuenta de eso, si son tan sutiles las señales? Como dijo mi amiga:  “Dios conoce las intenciones de nuestro corazón” (Salmo 139) y así es, Él va proveyéndonos detalles en el camino de nuestra vida según lo que hay en nuestro corazón, de manera que nos llame la atención, que nos atraiga, que nos movamos hacia esos detalles, que nos sorprenda, que nos motive, que nos llené, y que nos haga reflexionar para que no escapemos de su amor y de su Plan, vayamos donde vayamos, estará el Señor guiándonos.

El camino de la vida a veces es muy incierto y difícil, casi siempre tiene giros inesperados y muchos desvíos que nos dejan confundidos, pero mientras nuestro corazón tenga “hambre de Dios”, el va a ir dejando “migajas de pan en el camino” correcto, para que como palomas hambrientas sigamos lo trazado por Él y lleguemos a lo que tiene preparado como Plan para nuestras vidas, que por cierto, siempre es algo tan maravilloso.

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Salmo 139, 23-24

“Oh Dios,
examíname, reconoce mi corazón;
ponme a prueba, reconoce mis pensamientos;
mira si voy por el camino del mal
y guíame por el camino eterno”